lunes, 21 de julio de 2008

Apuntes de viaje.

Primero de algunos viajes en tren.
PRAGA-BERLIN (litera)



A mi izquierda, un hombre de unos 40 años, bigotes. Aspecto de turco, morrudo.
Su bigote ancho no me hace pensar en nada, pero me llama mucho la atención.
Mira por la ventana -algo lógico y fundamental si te toca ventana-. Sostiene con su mano izquierda una botella de medio litro de agua mineral.
Justo cuando pienso que viajar en tren y mirar a través de la ventana emociona, este hombre se frota los ojos.
No sé si por cansancio o porque despidió a alguien, o dejó algún momento en algún lugar. Sigue mirando a través de la ventana, apenas tomó un sorbo de agua.

A mi derecha el Cofla.

Enfrente mío, a mi izquierda, una blonda de lentes, alemana seguro, unos 27 años. Hace un momento me pidió ayuda para acomodar la mochila. Ahora que repaso, al ser mochilera, quizá no es alemana, quizá es checa o polaca o … Vuelvo a mirarla. Es alemana. Se va y vuelve enseguida. Está comiendo una manzana verde.

Al lado suyo, o sea, justo enfrente mío, un chico de 24 años más o menos. Pelo desprolijo, camisa blanca y abajo remera. Le veo un cierto parecido a mí, un aire. Lee un libro que se titula Gore Servlets and Javaservers pages, un libro grande. Más que un libro parece un manual. No da ni en pedo a programador de PC.
Los miro y los pienso bien, él y la rubia hacen buena pareja.
Acá adentro todo es tranquilo. Pienso que ellos son tranquilos y que pueden llevar una vida tranquila, juntos.

Enfrente mío, a mi derecha, una señora. Pelo corto, 55 años aprox. Es a la que menos observo.
Parece no importarle mucho nada. Parece estar de malhumor.

La chica rubia lee. Su novio volvió a entrar a la litera.
Ya no queda agua en la botella del turco.

Soundtrack:
Dylan/ The Who/ D. Banhart.



Efectivamente es turco. Y vive en Berlín.
Mechamos alemán con un poco de inglés. Nos indicó donde está cada hostel que habíamos apuntado en una servilleta.

El chico de enfrente mío se puso en posición de yoga. Medita. La chica puso los pies sobre su asiento y trata de dormir. La vieja mira. La vieja me mira con desprecio.
Yo dejo de escribir. Ellos dejan de existir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno viajar en tren por europa, bueno viajar en tren, bueno viajar, bueno....que bueno!