sábado, 25 de julio de 2009

La vida en copy paste.

Nacemos. Okay.
No entendemos, no somos conscientes de nada.
Tampoco somos, ahí son por nosotros.
Mamá, cuadrado, teta, dedo, guauguau, es todo lo mismo. Estamos en un limbo de placenta lisérgica, pero afuera del vientre.

Ahí viene el primer copy paste de la vida, supongamos.
Copy de esto y paste a los 25, o por ahí, para ver ese momento varias veces, y sacar alguna conclusión, o simplemente para deleitarlo. Definitivamente puede ser un buen viaje.

Vamos creciendo y las experiencias multiplicándose.
Primarias, secundarias, roces, testosteronas, autosuficiencias. Y alguna que otra polución nocturna que nos termina de avivar: Che boludo, no te das cuenta que esto está bueno.
Acá viene el random individual, el primer sexo. Para algunos ellos puede llegar a ser copy paste, si estuvo bueno. O en algunos casos cut, si la timidez le ganó a la lujuria.
Para ellas, por biológicas razones, seguramente un sucio y doloroso cut.

También, capaz antes, viajamos por la emoción, que no comprendemos en ese momento, de escuchar muchas primeras veces a EL grupo de música. Ese EL grupo de música que nos va a ser fundacional.
Para preparar la base y arrancar a bajar música al cráneo rígido.
Aunque en ese momento no somos demasiado reflexivos, ese es otro hermoso momento para volver a vivir en otra infancia, la madurez.

Después obviamente hay momentos que se van haciendo cada vez más usuales en la adultez. La muerte.
A medida que crecemos, también crecen las pérdidas. De seres queridos, de ídolos, de odiados, de referentes, de animales, de tapas de periódicos.
Ahí seguro también queremos hacer cut y llevarnos ese olvido a la inmortalidad, para no comprender en vida, y olvidarlo en la eternidad.




Hay miles y miles de ejemplos más para cortar y pegar, pero es cuestión de que cada uno agarre su tijera mental y se ponga a jugar.

domingo, 12 de julio de 2009

Self.

Encender todo tipo de sentido
que la ironía está nosedonde, acá.
Si entendés así, literal
quedás asá.

Antes del otro milenio
las cosas eran más directas.
No conjugaban los dobles sentidos
con la frialdad del dial-up.

Regodeate en detrás del monitor,
capaz detrás de un gigabyte.
Que vos sos un femibyte
y el otro un masculCMYK

El reino de pixeles
no altera al producto.
Capaz la fea del curso
es la rubia de calendario.

Y capaz ese de casualidad
es en otro plano flogger actual.
Es que si por él es,
empieza a inducir a la calentura.
Jaja como comodín
para desviar para allá
y volver para acá.

Se lo merecen ella y él
por artificiales (fecales)
que la cosa se termine
sin almohada compartida
ni música amanecida.

sábado, 4 de julio de 2009

Hágase usted mismo.

El hacer 3.0 me tiene un poco las pelotas llenas.
Me uno a un grupo para no hacer nada. Estoy de acuerdo en algo para no hacer nada. Dale, no hagamos nada. Para estar todos en ronda, mirándonos mientras nos babeamos.

Si nos unimos a un grupo para salvar a los perros, hagamos algo real para hacerlo.
Somos fanáticos de un grupo de música, apenas googleamos un par de datos. Loco, peguemos un poster en el cuarto, rompamonos el culo por conseguir algún recital pirata escondido en alguna cueva de Parque Rivadavia.

Seamos conscientes de que no estamos conectados.
El estar conectados de hoy es careta.
Estar conectado estaban los hippies. Con los miles de miligramos de químico en su cuerpo. Esos si que estaban conectados!

Primero, estemos seguros de lo que nos gusta. Estemos claros en lo que queremos hacer.
Y empecemos a hacernos de adentro.
Y hagamos.
Dale.
Porfa.