lunes, 30 de junio de 2008

Música.

Cada canción deja de ser lo que era. Cada canción se transforma en algo nuevo, en un nuevo significado.
La empapo de imágenes. Son imágenes frescas para ella. Yo lo disfruto y estoy seguro de que la canción también.
No existe la música ideal para lo que estoy viendo. Son casi todas para todos los paisajes.
Quizá Brighton Rock no pegue tanto con el paisaje que veo. Pero es un mundo nuevo para Brighton Rock. Y le cabe. Seguro que sí.


Quizá tendría que estar Dylan tocando en ese árbol. Pero aparece Phantom II. Y está perfecto.

sábado, 28 de junio de 2008

También Buenos Aires.

Esto también es Buenos Aires.


viernes, 13 de junio de 2008

Posibles imposibles.

Ni en un subte, ni en un colectivo, ni hablar en un auto. El avión es el lugar en donde el contraste entre afuera y adentro está más definido. Lo posible versus lo imposible. De este lado todo es tangible. El amor es tangible.
Yo ahora puedo pararme e ir a decirle a la morocha de adelante que estoy enamorado, profundamente enamorado de ella. O ahora mismo puedo pasar por loco y amenazar a todos que llevo una bomba conmigo. O escupirles a las dos monjitas todo lo que tengo para decir en contra de la iglesia.
O cualquier cosa. O todo.

En cambio, no puedo del otro lado de la ventanilla. No puedo salir a planear. No puedo tirarme de bomba al océano. Tampoco puedo desearles buen viaje a los tripulantes de ese transatlántico tan pequenio (no tengo enie) que pasa.
O acomodar las nubes a mi piachere. No puedo. Escribir una carta mientras buceo el aire.
O cualquier cosa. O nada.

jueves, 5 de junio de 2008

Ventanilla por favor.

Mirar por la ventanilla del avión es escapar. Pero escapar en el buen sentido. Todo lo que veo está tan lejos, está tan imposible. Pero todo lo que sentís parece estar al lado tuyo, del lado de afuera. Del lado de adentro hay otros pasajeros, lógico.
Los paisajes siguen pasando, los imposibles son siempre como cuadros en vivo, y los pensamientos son todo lo contrario.
A la velocidad del avión (muchos kms. por hora, supongo bien) vuelan por mi cabeza, los alojo en el sentir, y el momento queda retratado, como esa pintura que veo a través de la ventanilla. Creo que puedo estar mucho tiempo seguido mirando hacia afuera de un avión mientras escucho música. Que lindo momento!