lunes, 3 de marzo de 2008

PENA DE VIDA (condenado a una vida perpetua)

Por ahora entienden todo. La mujer del tapado de piel y el cigarro perfectamente acostumbrado a la boquilla pretendía con su humo una atmósfera tensa.
El testigo estaba seguro de su inseguridad. Quien estaba frente a sus ojos era su propia mirada mirando al asesino anteayer.
El artista plástico también compartía la sala. Miraba de afuera estando adentro. Entendía la situación pero no tenía ninguna presión por sentir esa tensión.
Nadie sabe que hacía esa persona en el cuarto. Ni siquiera él. Pero estaba ahí.
El asesino iba a dejar este mundo por justicia divina. Esa justicia divina disfrazada de ser humano, contaminada por la subjetividad del odio, engendrada y alimentada por la venganza.
Ya iba la palanca a empezar a sentir la sensación de ser accionada, para enseguida ser accionada, para luego seguir estando accionada, y para automáticamente después culminar su accionar.
El asesino nos iba a dejar la sed de venganza en nuestros paladares. La sed que se iba a repetir uno y otro día, cada mañana, hasta la muerte de cada cual.
Eso lo ibamos a sentir todos. La mujer del tapado, el artista plástico, el testigo, el oficial, vos y yo.
Todos estaban seguros de que esa pena de muerte iba a estar bien aplicada.
Inclusive el artista plástico, que por el hecho de no entender mimetizaba su energía y sentidos con la energía y sentidos transmitida hacia el todo por sus compañeros de ejecución. Y también iba a estar de acuerdo.

La eternidad de la mirada de la mujer del tapado fue de 5 segundos. 5 segundos que fueron todo. 5 segundos que fueron suficientes para activar la orden del oficial en la palanca.
Sin avisar nada a nadie, sin siquiera anticipar algo a través de algún guiño cómplice, el tiempo frenó y se empezó a dar la espalda. Se encaprichó y empezó a hacer andar todo de atrás hacia adelante.
Alteró todo tipo de conjugación sucesiva de momentos, cada instante se convirtió en otro, lo que estaba bien de un lugar hacia otro empezaba a estar correcto desde otro lugar hacia ese.
Rompió cualquier estructura para revelarse de una vez por todas.
Merecido lo tenía, siempre se comportaba de la misma manera. Siempre cargando hacia adelante, nunca pudiendo detenerse a descansar en su propio espacio.
Dejó unos instantes de duda. Dejó de lado toda historia, toda infinitud, para empezar a convertirse en su propia finitud.
Empezó a reírse, hasta que todos se dieron cuenta. Pero no podían hacer nada.
Siempre el tiempo estuvo a la merced del ser humano. Ahora le tocaba a él. Ser el dueño del todo.
Y arrancó a crear su propia realidad, estructurada a su manera.
Ahí, el oficial, con un solo movimiento, devolvió la orden de la mujer con su mano jalando la palanca. Pero esta vez hacia arriba. La libertad parecía estar cada vez más cerca.
Dicen que nunca se sintió tan cómodo como ahora. Hizo lo que quiso.
Esos eternos 5 segundos, empezaron a no entender.

Ellos, inclusive el no asesino, tampoco entienden nada. Pero no pueden hacer otra cosa. El tiempo se adueñó y quiso que las cosas vuelvan a volver. Y así, empezaron a construir eso que el tiempo les exigía.
El hecho final dejaba de empezar a ser consumado, para empezar a dejar de desarrollarse.
La mujer retira del lapso lógico esa orden fatal, acompañada por la mueca.
La mueca traduce en una palanca que toma otra desición, para volver a renacer una vida que entonces nunca dejó de ser.
El oficial mira, se mira a sí mismo, y hace lo que el tiempo quiere. Sube la palanca.
El asesino dijo sus primeras palabras y automáticamente renació. Va hasta la puerta, gira su libertad, saluda sin saludar, y se va.
Detrás de él, completamente relajado, sale el artista plástico, sin importar que le importe algo.
El humo del cigarro con boquilla de la mujer del tapado de piel ya no estaba generando ninguna atmósfera de nada.
Lo que estaba mal, por culpa del tiempo, ahora está bien.
Pero no estaba bien porque antes estuvo mal, estaba bien porque el tiempo se encaprichó y así lo quiso.
El asesino se fue.
Hoy, el asesino nunca mató a nadie.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bueno!!
buen debut dalecuerda.
te felicito
Ine

Anónimo dijo...

ahora no estoy inspirada para escribir pero te digo que me gustó la idea y los recursos que utilizaste! pena de vida vale la pena!!!
susi

Anónimo dijo...

Muy lindo el blog Fede!
Por favor un espacio dedicado al tema: "Mis papás nacieron el mismo día" ¿Con un regalo compartido alcanza? ¿Me tengo que gastar todo el sueldo o con un electrodomestico para la casa es suficiente?
Abrazo!!!

Pato

Anónimo dijo...

Siendo que la gente muere con el tiempo. Seria una buena idea enjuiciar al tiempo y condenarlo a muerte.